"Por supuesto, hay frustración. Fue un partido muy cerrado, Botafogo defendió muy bien, como casi ningún equipo en nuestra liga y en la Champions League. Fue difícil desde el inicio del encuentro y, al final, es normal. Jugar contra nosotros es una motivación extra para nuestros rivales. Tenemos que mejorar. Eso lo dijimos desde el comienzo de la semana, y es normal tener dificultades".
"Fue un partido complicado contra un buen equipo brasileño que imprime mucha intensidad y que te presiona en los duelos. Pero creo que el marcador no refleja el partido porque tuvimos la posesión todo el tiempo y supimos crear ocasiones, aunque no las concretamos. Pienso que somos un muy buen equipo y que debemos mantener la misma dinámica y concretar nuestras oportunidades. Abordamos todos los partidos de la misma manera, intentamos siempre darlo todo y poner en práctica lo que el entrenador nos pide. Nos queda un partido, no ha terminado. Tenemos que ir a buscar la victoria en el próximo encuentro para clasificarnos".