«Tal vez algunos me subestiman por mi estatura, y pueden pensar que no tengo tanta potencia. Pero nunca hay que olvidar que el coeficiente futbolístico es importante cuando estás en el campo. Cuando no eres el más físico, tienes que ser más inteligente. No sabría explicarlo, es algo instintivo. Es algo que no viene del físico, ¡sino de la cabeza!»
SU EVOLUCIÓN
«¡Me ha servido! En el sentido de que creo que en un duelo, mis adversarios pensaban que me superarían fácilmente. Y luego se sorprendían al ver mi implicación porque doy el 100% cada vez, en cada duelo, en todos los aspectos del juego, incluso en los tiros libres. No soy necesariamente el primer jugador que los rivales marcan, porque soy más pequeño. Por eso tuve que aprovechar eso, trabajando en mi colocación, en el tiempo de reacción… Luego se convirtió en repetición, en entrenamiento, y durante los partidos quería perfeccionar todo eso. Y se vuelve un automatismo, algo intuitivo.»
«Creo que, hoy en día, el fútbol se está volviendo cada vez más táctico. Y pienso que el coeficiente futbolístico, la ciencia del posicionamiento, del timing, el hecho de jugar de una o dos tocadas según la situación, se han convertido en los aspectos más importantes del juego. Claro que la resistencia, la potencia y la velocidad ayudan al rendimiento, pero no creo que sean lo más importante. Esa es mi visión del fútbol: hay que ser más inteligente, anticiparse, para llevar siempre un paso adelante al adversario.»
«Nunca me imaginé realmente como delantero o defensor. Jugar en el centro del campo siempre ha sido la mejor opción para mí, porque quería ser lo más completo posible. Y en ese sentido, ¡creo que he elegido la mejor posición para mí! En el PSG, jugamos en un sistema que permite a todos los jugadores ser peligrosos, poder ser decisivos y marcar. Y las estadísticas lo demuestran. Hay que aprovechar cada oportunidad, arriesgarse. Y creo que he progresado en ese sentido. Era un aspecto de mi juego que quería desarrollar, ¡pero nunca me he precipitado! Pero esta temporada es bastante positiva, y debo seguir por este camino. Mi padre siempre me decía que lo más difícil no era llegar, sino mantenerse en el más alto nivel. Lo más difícil empieza ahora: hay que mantener ese nivel. Y sobre todo, porque lo más importante no es marcar, sino ganar.»
«Mis objetivos siempre son colectivos. Es muy motivador estar en la piel del campeón vigente, pero también es una presión adicional. Tomamos los partidos uno por uno. Comenzamos bien la fase de la Liga de Campeones, pero nuestra ambición es terminar entre los 8 primeros. La temporada pasada fue más complicada en cuanto a resultados, pero finalmente ganamos el trofeo. Nuestra mentalidad era que no teníamos nada que perder, y estamos con la misma actitud esta temporada. Tenemos la presión de ser los campeones vigentes, pero sabemos que somos un gran equipo y que podemos ganar la Champions League una vez más.»