Apenas con tiempo suficiente para saborear una histórica victoria en la Champions League, el Paris Saint-Germain ya se enfrenta a un nuevo gran reto. Menos de diez días después de su contundente victoria por 5-0 sobre el Inter de Milán en la final europea, los Rojiazules volaron a Estados Unidos el martes 10 de junio para disputar el Mundial de Clubes, una primicia en la historia del club, del 15 de junio al 13 de julio. Una transición rápida, pero ya habitual en un equipo acostumbrado a jugar en todos los frentes.
Nuestros campeones de Europa parten hacia California, donde se alojarán en la Universidad de Irvine, al sur de Los Ángeles. Tras un vuelo de 11,5 horas y nueve horas de diferencia horaria, se espera que los parisinos regresen a los entrenamientos el miércoles para comenzar su preparación. El ritmo es acelerado, ya que algunos internacionales vienen de disputar exigentes partidos internacionales, como la Liga de Naciones y la clasificación para el Mundial de 2026. Pero el objetivo es claro: hacer brillar al Paris Saint-Germain en el escenario mundial, tan solo unas semanas después de conquistar Europa.
Presente en el Grupo B, el club capitalino debutará en la competición este domingo 15 de junio a las 12:00 hora local (21:00 en Francia) contra el Atlético de Madrid, en el legendario estadio Rose Bowl. A continuación, se enfrentarán a otros dos partidos de alto nivel: contra el Botafogo brasileño, la noche del 19 al 20 de junio a las 3:00, y contra el Seattle Sounders, el 23 de junio a las 21:00. Comienza un nuevo capítulo para los hombres de Luis Enrique, con la ambición de sumar un título mundial a una temporada ya histórica. Y aunque el reto es inmenso, los Rojiazules han demostrado este año que ninguna montaña es demasiado alta para ellos...