Lucas Chevalier: "Un orgullo inmenso"
Lucas, felicidades por tu firma con el club. ¿Cuál es tu primer sentimiento como jugador del Paris Saint-Germain?
«Un orgullo inmenso. Claramente, es un nuevo paso en mi carrera. Estoy pasando a una etapa superior, y era importante para mí hacerlo ahora. Sentía que era el momento adecuado. Creo que mis seres queridos están muy orgullosos de mí. Desde que llegamos, nos sentimos muy, muy bien.»
Has decidido dejar tu región natal, el Norte, para unirte a la capital. ¿Qué te motivó a elegir el proyecto parisino?
«Cuando el mejor equipo del año, quizás incluso el mejor equipo del mundo en este momento, te llama, es difícil decir que no. Aquí está todo. Es un club que quería la Champions League y la ganó la temporada pasada, porque la merecía. El cuerpo técnico, las condiciones de entrenamiento, la dirección... todo está en la cima. Soy un jugador ambicioso, sé que puedo lograr grandes cosas. Y aquí, en París, quedarme en Francia tras tres temporadas exitosas en Lille, era el momento. Todo estaba dado para que viniera. Desde que el club se acercó a mí, supe que quería venir aquí.»
Vas a descubrir a un nuevo entrenador, Luis Enrique. ¿Su presencia influyó en tu decisión?
«Por supuesto. Es un entrenador que tiene un estilo de juego muy particular. El rol del portero es muy importante en su sistema, espera que seamos protagonistas del juego, que aportemos un verdadero valor añadido. Que él haya visto eso en mí es muy halagador y me motiva aún más. Ahora me toca a mí corresponderle.
Me gusta su energía al borde del campo, incluso en detalles pequeños como las celebraciones de goles: se siente una cohesión, una verdadera fuerza colectiva. También pude conversar con él y noté un verdadero interés de su parte para que viniera aquí. Con la temporada que acaba de hacer el club, quizás sea el mejor entrenador del mundo hoy.»
Llevas tres años jugando en la Ligue 1. ¿Qué imagen tenías del Paris Saint-Germain hasta ahora?
«Nunca he ganado contra París. Cuando íbamos al Parc, a menudo nos enfrentábamos a períodos en los que el club estaba en gran forma. De alguna manera, pagábamos el precio. Pero también fueron partidos donde pude mostrarme. Mi primer partido en el Parc des Princes fue una derrota 4-3. No son los mejores recuerdos para un portero, pero marcan. La atmósfera del Parc es única. Es claramente el mejor equipo de Francia y probablemente de Europa. Tener la oportunidad de unirme a ellos es excepcional.»
El año pasado tuviste tu primera convocatoria con la selección absoluta de Francia. Como internacional francés, ¿era importante para ti seguir progresando en Francia?
«Creo que es simbólico: un portero francés en París siempre es positivo. Vengo del norte, así que la cercanía con la capital también facilitó mi elección. Está el idioma, claro. Aunque hay muchos jugadores extranjeros aquí, creo que están muy bien integrados. Todo está hecho para que nos adaptemos rápido a la cultura y al entorno. Tengo a mi familia cerca, buenas condiciones para progresar... Cuando pesaba los pros y los contras, había muchos pros. Así que sí, creo que es beneficioso para mí, para el club y también para la selección. Esto refuerza la imagen del campeonato, y me permitirá, espero, rendir al más alto nivel.»
En poco más de tres años pasaste de la Ligue 2 a la Ligue 1, luego descubriste la Champions League y finalmente la selección francesa. ¿Cómo viviste esa ascensión?
«Es cierto que en menos de cuatro años el salto es importante. Sabía que podía alcanzar este nivel, solo no sabía a qué velocidad. En cada etapa, di todo de mí. Cuando llegué a la Ligue 2, estaba súper motivado, igual en la Ligue 1. Fui tomando las etapas en orden, y eso me permitió llegar aquí. No tengo una receta mágica, pero trabajo mucho y tengo un entorno sano. Mi familia, mis amigos... todo está bien estructurado a mi alrededor. Hay que tomar las decisiones correctas en el momento adecuado. Tomo todo esto con serenidad para llegar preparado a este nuevo desafío y expresar mis cualidades en el campo.»
En el campo, a menudo transmites una imagen de serenidad, especialmente en los momentos importantes...
«Sí. En cada etapa, he afrontado las cosas como si estuviera jugando con mis amigos. Tal vez sea una forma de inconsciencia del momento que me permite estar relajado. Eso no quiere decir que no sienta nada: hay presión, estrés, a veces dudas. Es normal en la vida de un futbolista. Pero trato de tomar las cosas con simplicidad, para estar en el mejor nivel posible. Si la gente percibe esa serenidad, mejor aún. Es positivo para mí.»
Ya se nota una gran madurez en tu forma de expresarte. ¿De dónde crees que viene?
«No lo sé exactamente. Vengo de una familia de militares y policías. Mi padre sabe expresarse muy bien en público, mi hermano también. Quizás haya heredado eso.»
Has coincidido con algunos jugadores del equipo durante tus convocatorias con los Bleus. ¿Ya has podido crear vínculos con ellos?
«Sí, he jugado con Bradley (Barcola) y Désiré (Doué) en las categorías juveniles, especialmente en el Europeo Sub-21. No hemos hablado mucho últimamente porque ellos estaban de vacaciones mientras yo trabajaba y todavía no era oficial. Pero los voy a ver muy pronto. También conozco a bastante gente en el club; hay exjugadores de Lille en el cuerpo técnico y en la coordinación, lo que facilita la adaptación. Soy una persona discreta, llego por la puerta pequeña, pero no tengo duda: mi personalidad hará que todo salga bien.»
Para concluir, ¿qué mensaje quieres enviar a los aficionados parisinos?
«Antes que nada, quiero agradecer al Presidente, a Luis Campos, al entrenador Luis Enrique, a todo su cuerpo técnico y a todas las personas que trabajaron para que yo pudiera venir aquí. Es una inmensa alegría para mí unirme al Paris Saint-Germain; voy a llevar esta camiseta con amor y ambición. Es un club ambicioso y estoy deseando conocer a los aficionados. Soy un chico que está cumpliendo su sueño, que es jugar para un club muy grande. Y que sea París, el club de la capital, tiene aún más significado para mí. Estoy deseando ver a los seguidores en el Parc, daré lo mejor de mí. Juntos ganaremos muchos títulos. ¡Aquí es París!»